El
crecimiento de cualquier proyecto empresarial acaba implicando la
gestión e interacción con un volumen muy elevado de datos.
”Datos
son información, e información es negocio”
Nuestra
información, la que extraemos de forma primaria a través de
nuestros procesos, servicios o puntos de venta online y offline
suponen uno de los pilares sobre los que debemos construir la toma de
decisiones estratégicas tanto a corto como a medio y largo plazo.
Por todo ello, en algún momento un Excel nos resultará
insuficiente para gestionar nuestros datos y modelarlos a nuestra
voluntad en base a los intereses que tengamos. De
un Excel pasamos a otras herramientas ERP o CRM
con las que seguir gestionando nuestra información. Este primer paso
no siempre es lo simple que imaginamos, pues el formato e información
asociada por ejemplo a cada cliente debe transferirse siguiendo unas
pautas que previamente no contemplábamos.
De
igual modo, integrar y fusionar en un mismo proceso de Business
Intelligence un ERP, CRM o demás programas de gestión de la
producción, stock o campañas puede suponer un reto
en la migración de datos.
“Nuestro
objetivo debe ser en todo caso mantener la integridad y calidad de
los datos, aprovechando la migración para reorientar su estructura
en caso de que deseemos aplicar alguna optimización futura”
Durante
el proceso de migración de datos, además, debemos evitar que el
nuevo sistema sobrescriba los datos antiguos sin control previo para
no perder información en el cambio.
Otro
aspecto que no debemos descuidar es calcular
el ROI de todo el proceso, y en qué punto
vamos a empezar a recuperar la inversión del proceso global. ¿Qué
coste de mantenimiento tiene el nuevo sistema? ¿Qué coste ha tenido
el proceso de migración de datos por pérdida de capacidad
operativa? ¿Ha habido algún contratiempo que ha demorado el proceso
o ha incrementado su coste?
Tampoco
debemos perder todo lo relacionado con la trazabilidad de los datos.
Esto es especialmente crítico en sectores o actividades económicas
que requieren de una elevada transparencia en
lo referente a la trazabilidad de cara a
auditorías como puede ser el sector bancario o asegurador.
Si
cuidamos estos puntos durante el proceso de migración aseguraremos
la integridad y calidad de los datos históricos, permitiendo la
integración entre diferentes fuentes de información y la
introducción de nuevas categorías interesantes para la analítica
empresarial.
Los
resultados de nuevos análisis de ventas o reporting financiero
dependerán mucho a nivel de tiempo de procesado e interrelación
departamental de la calidad y homogeneidad con que gestionemos la
información. De informes de este tipo dependerán (o deberían
hacerlo) acciones que determinarán la propia estrategia corporativa,
así como los objetivos y retos de cada empleado, equipo o
departamento.
Cuidando
los datos que movamos estaremos cuidando las decisiones más
importantes para el largo plazo y, de un modo u otro, la viabilidad
del negocio.
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